¿En qué consiste la queratitis herpética?


¿En qué consiste la queratitis herpética?

Muchas veces hemos oído hablar de cómo afecta el virus herpes en distintas patologías (varicela, herpes labial...). Hoy queremos informaros acerca de cómo puede afectar al ojo y de qué manera podemos intentar prevenir una de sus principales manifestaciones en el mismo; la queratitis herpética.

 

 

LA QUERATITIS HERPÉTICA.

La Queratitis Herpética es una inflamación de la córnea producida por la infección por el virus de la familia herpes viridae, siendo el virus herpes simple (VHS)  el más frecuente. El Virus Varicela Zóster (VVZ) también puede causar queratitis herpética.

La infección por el VHS es ubicua en el hombre y casi el 100% de las personas mayores de 60 años de edad son portadores de este virus en estado latente. Existen dos tipos principales de VHS:

  • Tipo I que es el más común e infecta normalmente a la cara (herpes labial).
  • El tipo II que se engloba dentro de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), afectando principalmente a los genitales.

Ambos tipos de herpes simple pueden extenderse hasta los ojos y ocasionar infección. El tipo I es el que causa infecciones del ojo con más frecuencia. La infección puede ser transmitida al ojo por contacto directo de lesiones infectadas por VHS.

 

 

DIAGNÓSTICO.

El diagnóstico de la queratitis herpética comienza por la exploración clínica del paciente por su oftalmólogo mediante la lámpara de hendidura observando en muchos casos una úlcera corneal con forma de dendrita. En casos dudosos se puede llevar a cabo el estudio con cultivo del virus o con la detección del virus mediante un estudio PCR.

 

 

SÍNTOMAS.

Los pacientes que presenten queratitis herpética describen sensación de cuerpo extraño acompañada de sensibilidad aumentada a la luz (fotofobia), enrojecimiento del ojo y visión borrosa.

La queratitis herpética por VVZ se suele asociar a afectación de la piel alrededor del ojo con lesiones de tipo vesículadas. Puede asociar también fiebre, malestar general y dolor tipo “calambre” (dolor neuropático) en la zona afectada. La intensidad del dolor disminuye en estos casos con tratamiento pero puede permanecer durante meses a pesar de la resolución del cuadro clínico. Es recomendable la exploración oftalmológica en todos los casos.

 

 

PREVENCIÓN.

Para la prevención del contagio y la recurrencia por este virus en el ojo recomendamos:

-       Evitar tocarse los ojos si tenemos un brote activo en otra localización del cuerpo.

-       Evitar usar gotas para los ojos con corticoides sin haberlo consultado con un oftalmólogo, ya que estos pueden causar empeoramiento del cuadro.

-       No use lentes de contacto si hay recurrencias o si está con un episodio agudo.

Fuente: Sociedad Española de Oftalmología.